la vida es un viaje, un recorrido hecho de muchas puertas que hay que cruzar, nuevos horizontes que superar, objetivos que afrontar. a menudo, al superar una puerta tras otra, se corre el riesgo de no ver luz, de perder la percepción de las cosas, de extraviar los ideales, transformados mientras tanto en utopías inalcanzables. al cruzar las puertas del viaje, el hombre redescubre la luz que ya no recordaba tener... se redescubre a sí mismo.